Una investigación exclusiva de El Molino revela que algunas discotecas de Barranco no declaran los montos que recaudan y que no habrían cumplido con las normas de seguridad.
Fiscalización del Carajo
La peña Del Carajo! opera sin haber aprobado la inspección de Defensa Civil y tributa montos bajísimos a la Municipalidad de Barranco. Ésta, que se queja de escasez de recursos, mira para otro lado cuando se trata de fiscalizar a concurridos locales de diversión nocturna.
A fines del 2007 llegó a la Redacción de El Molino importante información sobre Del Carajo!, probablemente la peña criolla más conocida de Barranco. Entre los papeles que llegaron a nuestras manos había un informe de la Inspección Técnica de Seguridad de Defensa Civil realizada por el Ingeniero Civil José Antonio Ardiles, la Arquitecta Diana Silva, el Ingeniero Mecánico-Electricista César Del Mazo y el Técnico en Seguridad Augusto Blanco. El documento, de julio del 2007, daba cuenta de la inspección hecha en el local barranquino, asegurando que éste, por largo margen, no reunía las condiciones de seguridad necesarias para funcionar. Así se encontraba Del Carajo! desde, por lo menos, finales del 2006.
(...)
Haciendo números
En el 2007 la peña Del Carajo! tributó a la municipalidad en su fecha de menor concurrencia de público (21 de septiembre) la cantidad de 43 soles, y en la fecha de mayor concurrencia (31 de octubre, día de la Canción Criolla) 1215 soles.
¿Dónde está lo extraño?
Pues que el Impuesto a los Espectáculos Públicos No Deportivos hasta el año 2007 obligaba a destinar a las arcas municipales el 15% del ingreso por cada entrada vendida. Por tanto, realizando simples cálculos y teniendo en cuenta que la entrada a la peña cuesta 25 soles, el día 21 de septiembre habrían asistido apenas 11 personas y el día 31 de octubre, el más lucrativo del año, sólo 324 personas. ¿Puede un negocio como Del Carajo! sobrevivir con esa cantidad de asistentes? Resulta difícil de creer.
(ver artículo completo en edición impresa)
3.08.2008
3.03.2008
Empieza el año 2 de El Molino
Este jueves te esperamos para brindar por un año nuevo de tu periódico El Molino .
Tendremos una recepción con muchos obsequios y ofertas para los futuros lectores del periódico.
Si ya eres suscriptor o sólo quiere conversar. comer algo y tomarte un trago con nosotros por S/. 10 la señora Emilia preparará unos anticuchos de primera y los jóvenes barman te sorprenderán.
Date una vuelta de Molino este jueves!!!
1.15.2008
Bienvenidos a la barbarie
por Ramiro Llona
El alcalde de Barranco se ha impuesto como cruzada personal la instauración y permanencia de la prepotencia y de la ignorancia. Su último atropello será rodear con vallas el perímetro del Museo de Arte Contemporáneo de Barranco con el propósito -además de alquilar los espacios para publicidad- de negar visualmente la realidad de un proyecto que se está gestando en su distrito con el único propósito de darle a la ciudad un Museo de Arte. Como bien sabemos, Lima es una de las pocas ciudades de Sudamérica, sino la única, que no tiene un Museo de Arte Contemporáneo.
El proyecto de crear un museo para la ciudad estuvo en manos del IAC por más de 50 años. Los lectores de Perú.21 han podido seguir con detalle la polémica que se desató a raíz de la poca transparencia con la que se tomaron ciertas decisiones. La misma sirvió para corregir rumbos, hacer mea culpas y redireccionar el proyecto a través de la constitución de una nueva directiva, de la contratación de una museóloga y de un equipo de profesionales cuya tarea es generar apertura, transparencia y acercamiento con los ciudadanos de Lima y, en especial, con los de Barranco, que será el distrito favorecido directamente por la construcción del museo.
Es extraño que el universo de las Artes Plásticas en el Perú no goce del prestigio que sería lógico en un país con una herencia cultural tan rica y compleja como la nuestra. Por razones históricas y políticas de corto plazo, la cultura no se ha instalado en el imaginario nacional como una realidad urgente e imprescindible que es, a la vez, fruto y alimento de la identidad nacional.
Oponerse a la construcción de un museo es un acto de enorme ignorancia, además de ser un acto autoritario y unilateral, como ha demostrado el alcalde con su constante negativa a entrevistarse con la directiva del MAC. Es como decirles a los ciudadanos del distrito (que lo eligió con una diferencia de votos mínima) que está prohibido leer, pasear en un parque de esculturas, escuchar música, tener la oportunidad de ver arte. Es decir, que está prohibida la cultura y que solo está permitido mantenerse en la ignorancia.
El alcalde de Barranco debería saber que, en otros países, la gente visita los museos y que la cultura es parte integral de la vida. Alguien debería contarle que, en otras ciudades, las personas, las parejas, los amigos y las familias enteras hacen largas colas y llenan las salas de los museos en un intento de enriquecer sus vidas, de crecer, de ser mejores. Algún asesor remunerado debería comentarle que es imposible imaginar el progreso divorciado de la cultura. De pronto el alcalde cambia de opinión. o de pronto no.
No olvidemos que esta situación que ahora nos afecta directamente es, en parte, una herencia de alcaldes anteriores, de gestiones fallidas, de actitudes prepotentes. La diferencia es que ahora es nuestro turno, nos toca actuar a nosotros y protestar. Si no lo hacemos y permitimos el atropello que está a punto de cometerse, lo único que nos quedará es decir: bienvenidos a la barbarie
Tomado de Peru 21, (29 - 11 – 07)
El alcalde de Barranco se ha impuesto como cruzada personal la instauración y permanencia de la prepotencia y de la ignorancia. Su último atropello será rodear con vallas el perímetro del Museo de Arte Contemporáneo de Barranco con el propósito -además de alquilar los espacios para publicidad- de negar visualmente la realidad de un proyecto que se está gestando en su distrito con el único propósito de darle a la ciudad un Museo de Arte. Como bien sabemos, Lima es una de las pocas ciudades de Sudamérica, sino la única, que no tiene un Museo de Arte Contemporáneo.
El proyecto de crear un museo para la ciudad estuvo en manos del IAC por más de 50 años. Los lectores de Perú.21 han podido seguir con detalle la polémica que se desató a raíz de la poca transparencia con la que se tomaron ciertas decisiones. La misma sirvió para corregir rumbos, hacer mea culpas y redireccionar el proyecto a través de la constitución de una nueva directiva, de la contratación de una museóloga y de un equipo de profesionales cuya tarea es generar apertura, transparencia y acercamiento con los ciudadanos de Lima y, en especial, con los de Barranco, que será el distrito favorecido directamente por la construcción del museo.
Es extraño que el universo de las Artes Plásticas en el Perú no goce del prestigio que sería lógico en un país con una herencia cultural tan rica y compleja como la nuestra. Por razones históricas y políticas de corto plazo, la cultura no se ha instalado en el imaginario nacional como una realidad urgente e imprescindible que es, a la vez, fruto y alimento de la identidad nacional.
Oponerse a la construcción de un museo es un acto de enorme ignorancia, además de ser un acto autoritario y unilateral, como ha demostrado el alcalde con su constante negativa a entrevistarse con la directiva del MAC. Es como decirles a los ciudadanos del distrito (que lo eligió con una diferencia de votos mínima) que está prohibido leer, pasear en un parque de esculturas, escuchar música, tener la oportunidad de ver arte. Es decir, que está prohibida la cultura y que solo está permitido mantenerse en la ignorancia.
El alcalde de Barranco debería saber que, en otros países, la gente visita los museos y que la cultura es parte integral de la vida. Alguien debería contarle que, en otras ciudades, las personas, las parejas, los amigos y las familias enteras hacen largas colas y llenan las salas de los museos en un intento de enriquecer sus vidas, de crecer, de ser mejores. Algún asesor remunerado debería comentarle que es imposible imaginar el progreso divorciado de la cultura. De pronto el alcalde cambia de opinión. o de pronto no.
No olvidemos que esta situación que ahora nos afecta directamente es, en parte, una herencia de alcaldes anteriores, de gestiones fallidas, de actitudes prepotentes. La diferencia es que ahora es nuestro turno, nos toca actuar a nosotros y protestar. Si no lo hacemos y permitimos el atropello que está a punto de cometerse, lo único que nos quedará es decir: bienvenidos a la barbarie
Tomado de Peru 21, (29 - 11 – 07)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)